Existe evidencia científica acerca de que una alimentación adecuada puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo. Aquí hay algunos puntos clave a tener en cuenta:

 

¿Te suena el triptófano y la serotonina?

 

La serotonina es un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo, además regula el apetito causando la sensación de saciedad. Controla la temperatura corporal y se encarga de regula el apetito sexual.

 

El triptófano es un aminoácido necesario para el crecimiento normal en los bebés y para la producción y mantenimiento de las proteínas, músculos, enzimas y neurotransmisores del cuerpo. Es un aminoácido esencial. Esto significa que el cuerpo no lo puede producir, por lo que se debe obtener de la alimentación.

 

 Para producir serotonina, el cuerpo necesita triptófano, un aminoácido presente en ciertos alimentos como el pavo, los lácteos, las nueces y las semillas. Consumir una cantidad adecuada de triptófano contribuye a la producción de serotonina y mejora el estado de ánimo.

 

Además, hay alimentos como el Chocolate negro. Con el que se elevan los niveles de endorfinas que, al igual que la serotonina, son hormonas de la felicidad. Eso sí, hay que consumir el chocolate negro de forma consciente, se recomienda un porcentaje de pureza del 85% en adelante.

 

Es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede experimentar diferencias en la forma en que la alimentación afecta su estado de ánimo. Pero si bien es cierto, existen ciertos alimentos que afectan de forma directamente negativa a nuestro estado anímico:

 

-Azúcar y carbohidratos refinados: Los alimentos ricos en azúcar y carbohidratos refinados pueden proporcionar una rápida liberación de energía, pero también pueden conducir a picos y caídas bruscas en los niveles de glucosa en sangre, lo que puede afectar negativamente el estado de ánimo. A su vez,  producen una inflamación crónica y, con el tiempo,  pueden alterar el sistema inmunológico. Y esto, en definitiva, se relaciona con una mayor posibilidad de sufrir depresión.

 

-Grasas transgénicas. Aquí están los alimentos procesados, la comida basura, la bollería industrial, las patatas chips… Su consumo se asocia a problemas de depresión en los que la hormona de la serotonina es insuficiente.

 

Además de llevar una buena nutrición, es importante realizar actividad física frecuentemente. Los niveles de las endorfinas también aumentan con el ejercicio, por eso es recomendable combinar una dieta sana y mantenernos activos al mismo tiempo.

Es más, se ha observado que las personas que realizan actividad física regularmente tienen una salud mental mucho más adecuada.

Entonces…. si el sexo es actividad física….

 

El sexo puede tener un impacto en el estado de ánimo y el bienestar emocional de las personas.

 

Liberación de endorfinas: Durante el sexo, se liberan endorfinas, que son neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y generan una sensación de bienestar. Estas endorfinas pueden ayudar a reducir el estrés, aliviar el dolor y mejorar el estado de ánimo en general.

Reducción del estrés: El sexo también puede actuar como una forma de liberación del estrés. Durante el acto sexual, se liberan hormonas como la oxitocina, que se conoce como la "hormona del amor", y que puede ayudar a reducir la ansiedad y promover la relajación.

 

Entonces…. ¡Comamos bien y…hagamos actividad física!