En una semana en la que las redes van cargadas de comentarios, críticas e incluso insultos hacia una de las personas más influyentes de nuestro país, no quería dejar pasar la oportunidad de hablar sobre tabúes acerca de la sexualidad. Si todavía no lo habéis visto, os animo a buscar en Twitter, Instagram o TikTok la actuación del último concierto de Aitana que ha causado muchas impresiones. Seguro que en cualquiera de estos post, podréis leer algunos comentarios como éste:
¿Qué es lo que hace Aitana para generar tanta polémica? Seguramente la respuesta podría ser: Un baile sexual. ¿Qué tiene de malo este baile? Algunas personas dirán que había muchxs niñxs en el público. ¿Y qué tiene de malo que niñxs vean un baile sexual?
Hablemos de normalizar la sexualidad. ¿No es el sexo una parte fundamental y esencial del ser humano? Entonces, ¿porqué seguimos cargándola de estigmas y tabúes?
Hay una mítica frase que dice que "no vemos las cosas como son, sino como somos nosotrxs". Entonces, ¿cómo queremos ser y cómo queremos entender la sexualidad? Des del respeto, la tolerancia, la libertad y la normalización, o des de los juicios, las críticas y el "lado oscuro"?
Empecemos por superar los tabúes y prejuicios. La influencia de las normas religiosas, culturales y sociales ha provocado que estigmaticemos la sexualidad. Pero todxs sabemos que las personas no aparecemos porque nos trae una cigueña, ¿verdad? Entiendo y respeto que existen muchas creencias acerca de ello pero la sexualidad no puede llegar a causar daño a individuos o comunidades.
Quizás podemos empezar des de cero a través de una educación sexual inclusiva. Una educación sexual deficiente puede llevar a la desinformación y a la perpetuación de estereotipos dañinos. Es importante hablar libremente de sexualidad, proporcionando información precisa, inclusiva y basada en evidencias científicas.
El respeto es la clave. Normalizar implica aceptar las distintas orientaciones sexuales y géneros. Si todxs fuéramos más respetuosxs no existiría la discriminación, la violencia o la exclusión a la que se enfrentan muchas personas, especialmente LGBTQ+.
Libertad de expresión en todas las formas de comunicación. Hablar de sexo ayuda a normalizar situaciones y también a mantener relaciones mucho más cómodas y placenteras.
Eliminemos la objetificación y cosificación. Si la actuación de Aitana la hubiése protagonizado un hombre, ¿hubieran estallado las redes como lo han hecho? Todxs somos libres de vestir, de expresarnos o de bailar como queremos.
En el momento en que entendamos todo esto, también estaremos reconociendo que cada persona es libre de expresar su sexualidad, que el sexo no es algo "malo" sino natural y que sólo nosotrxs podemos elegir si vivir condicionadxs por las creencias o empezar a crear nuestra propia identidad.
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